domingo, 7 de febrero de 2010

La verdadera historia de "La Bella Durmiente"


Este conocido cuento fue escrito hacia finales del siglo XVII por el francés Charles Perrault con el título "La Belle Dormant au Bois" (La bella durmiente del bosque), aunque la versión más conocida por la mayoría de generaciones actuales es la efectuada por Walt Disney en su película La Bella Durmiente.
Algunos entendidos dicen que el cuento se basa en una historia mucho más antigua pero en estos momentos aparcaré la investigación de esas fuentes para explicar la historia verdadera.

La llamada Bella Durmiente era asi conocida en todo el reino y gran parte de Europa porque era guapa natural y todavía no se había ajado al momento de quedarse como un leño, evento que justo ocurrió el día de su 18 cumpleaños, tras decidir pegarse una siestecita después del banquete.

Lo del sueñecito de 100 años que escribió Perrault es un cuento y él mismo lo reconoció en su día. Los franceses no son el pueblo con más fama de exagerados pero lo son bastante. Nadie reconocerá jamás que sólo ha pescado una sardinita de nada. ¡Ah, la grandeur francesa! De ahí viene que Perrault escribiera años en lugar de días.

La princesa Aurora, nombre de la jovencita, había tomado con el vino y sin enterarser unas cuantas pastillas que había preparado una de sus hadas madrinas, el hada Emengarde, en su laboratorio para que estuviera tranquila y descansada, ya que Aurora era una chiquilla muy inquieta que no sabía permanecer en el mismo lugar más de 5 minutos seguidos.Pero el hada madrina, la mayor de todas, había sido en tiempos muy mala aprendiza en la clase de pociones y con la edad habíase tornado muy despistada, por lo que puso demasiada cantidad de la esencia relajante en las pastillas.

Total, que combinadas unas pastillas capaces de tumbar un caballo percherón con el vino que bebió con poca o ninguna moderación, la princesita se durmió tan, tan profundamente que casi cae en un coma y que duró esos 100 días, hora más, hora menos, hasta que llegó el príncipe Boniface de Montrouge, muy trotamundos el muchacho, quien, al verla tan guapa a pesar de lo descolorida que se había quedado por falta de sol y aire, le pegó un beso de tornillo que espabiló a Aurora del todo. Que ya iba siendo hora!

Colorín, colorado, la verdadera historia se ha terminado.
Saludos domingueros


Fuente(s):
Directas. Pertenezco a la saga de los Inmortales.