Para ejercitarnos propongo un ejercicio en el que escribamos una carta de amor con esas 1500 palabras máximo, aunque también puede ser en plan telegrama. La cuestión es que nos imaginemos que detrás de esa carta y con esa carta podemos dar pie a una película.
En el primer enlace, a uno de mis blogs de relatos, hay un micro que bien podría servir para desarrollar la carta. O este otro:
Dulce juventud
Me quedaba embobada mirándoles. ¿A cuál elegir? Eran gemelos, idénticos.Es curioso; no me acuerdo de sus nombres sino de su primo Tomás. Pelo negro, ojos grandes y oscuros.
Tomás era el sueño inalcanzable, demasiado mayor. Los gemelos me quedaban más cerquita. Yo temblaba de emoción cuando íbamos juntos al cine. ¿Cómo acordarme de las películas? ...Sólo conservo la imagen de los dos sentados al lado de nuestras respectivas carabinas(1).
El tiempo y las circunstancias, nos alejaron. Sólo tenía cinco años.
¿Quién se anima a escribir una carta que bien pudiera dar pie a esa historia de película?(1) Carabina: Mujer de edad que acompañaba a ciertas señoritas cuando salían a la calle de paseo o a sus quehaceres.
En mi caso, mi querida y encantadora hermana mayor y su mejor amiga, prima de los chavalines. ¡Brujas!
Nota: El blogger anda algo tonto (idea para micro ciencia-ficción, la tecnología y sus estúpidos errores) y no me publica los enlaces. Ahí va el de mi micro romántico, el otro: http://isaaltet-allfictionandlaug.blogspot.com/2010/12/routines.html
Y las bases para el concurso de cartas: http://www.escueladeescritores.com/cartas-amor-2011
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